Entre 1916 y 1917 se realizaron gestiones con el apoyo total de las autoridades navales del entonces Puerto Militar, ante las autoridades del Ferrocarril del Sur, respecto a unas casillas de chapa en desuso que durante la construcción de las vías del mismo habrían servido como obrador y alojamiento de los obreros que llevaron adelante la obra.

Esas casillas estaban ubicadas junto a la plaza Los Pozos en un predio bien arbolado, donde actualmente se encuentra emplazado el Grupo Scout.

No tenemos precisión aún del momento en que la Compañía de Scouts Navales tomó posesión del predio, pero un documento fotográfico de 1918 sirve como parámetro para tratar de establecer una fecha inicial posible.

Las instalaciones que fueron cedidas a los Scouts Navales, se construyeron con los materiales (chapas y maderas) provenientes de las casillas donde habitaban los obreros, que estaban ubicadas hacia el noroeste del actual Cuartel. Aun pueden encontrarse algunos pilotes de cemento enterrados que servían como apoyos y cimiento de aquellas construcciones realizadas sobre terrenos medanosos.

Posteriormente, durante las primeras décadas, se fueron ampliando las construcciones según las necesidades y posibilidades que el programa scout y el programa deportivo de la institución presentaban. Es así que, en tiempos cercanos a la década de 1950, se reutilizan los casillajes de madera de dos remolcadores radiados por la Marina de Guerra, como depósitos y locales de servicio. Los mismos se ubicaron en el centro del predio orientando su “proa” hacia el oeste.

A continuación, presentamos un plano que muestra una vista general del cuartel en la década de 1960.

El edificio A era la Oficina del Jefe y contaba con tres ambientes que según la época se utilizaron como depósito, aula, jefatura, administración y hacia finales de los 70 como cubil de la manada el ambiente central ya que los laterales habían sido demolidos.

Frente a este edificio se encontraba el mástil que fuera traído por el mismo Capitán Armando Fischer fruto de la donación de la Marina de Guerra. Dos canteros bien provistos adornaban los laterales del mástil.

A la izquierda del plano encontramos dos construcciones, una rectangular y otra redonda. La rectangular era una especie de escenario y estaba elevada poco menos de un metro sobre el terreno circundante. La circular era la base de un antiguo tanque de agua.

A la derecha vemos un conjunto de juegos infantiles que constaban de un tobogán doble y un grupo de subibajas. Ambos de dimensiones muy grandes. En la década de los 60 fueron trasladados hacia la izquierda del edificio de jefatura y los utilizamos hasta los años 90. Digo de dimensiones muy grandes, porque el balcón del tobogán superaba los tres metros de altura y tenía dos bajadas muy bien forradas con chapas galvanizadas que los scouts nos encargábamos de mantener bien lustradas con nuestros pantalones. Y el subibaja también era muy grande. Alguna vez hemos subido una patrulla de scouts completa (en esa época éramos entre 10 y 12 integrantes por cada patrulla)

A continuación del edificio de la jefatura, venía el edificio B que contenía (de este a oeste) un salón de actos que nació como depósito, un local que nació como enfermería y luego fue el local del intendente del Cuartel, que para los que vivimos esa época lo conocíamos mejor como “el local del Bochi”. Luego venía un vestuario bien provisto de taquillas de madera sin puertas, y a continuación su sala de duchas y piletas. Por detrás de estas duchas y hacia el sur, se encontraba la cocina, provista con una cocina a leña y un sistema de calentamiento de agua para proveer este elemento a las duchas.

Se aprecia que este edificio fue concebido especialmente para cubrir las necesidades del área deportiva de la Institución.

Se pueden apreciar dos canchas de basquetbol. La de la izquierda (norte) era de piso de tierra bien compactado, y la de la derecha (sur) que se construyera a posteriori ya tenía piso de baldosas como aun se encuentra hoy, siendo la única cancha de la vieja Liga Rosaleña de Básquetbol que conserva sus características constructivas originales.

Hacia el oeste se encontraba una cancha de bochas a cielo descubierto que fue utilizada para ese deporte hasta principios de los 70 y posteriormente fue el lugar donde la Tropa nos sentábamos a tomar matecocido los sábados por la tarde.

Luego hacia el oeste vienen los galpones de servicio que se fueron adosando al cuerpo de baños original. Estos galpones eran todos de madera y chapa.

Este conjunto de locales tenían en su parte este el “local 12” que era el depósito de material de campaña, el “local 11” que era el taller de mantenimiento y reparaciones, el “local 23” que era el depósito de combustible, aceite, pinturas, y alguno otros materiales, el “local 22” que era utilizado como depósito de leña.

Detrás de estos depósitos y con entrado por el norte estaban los baños de la Tropa dotados con dos tazas turcas y mingitorio “de canaleta”. Ingresando por el interior del patio abierto de este mismo conjunto edilicio, había un baño con inodoro y bidet, y su antebaño con pileta. Este último el baño de damas.

Todo este conjunto se coronaba hacia el oeste con uno de los casillajes de remolcador, de dos plantas que se usaba en un principio como depósito, pero al igual que el otro casillaje, a través de su historia ha tenido diversos usos. Estos dos locales siempre fueron muy codiciados por los scouts mayorcitos y disputados muchas veces con el intendente del cuartel.

  

 

Tortuga Alegre

 


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