Hace algunos años, en 1994 precisamente, publicábamos una nota en el Teru Tero que se realizaba en formato de revista gráfica, en su Cuarta Época, que refería a un escrito de Cebra Altiva divulgado en el año 1983.
Desde ese entonces, a la fecha, las cosas han cambiado un poco, el mundo ha cambiado; y como no podía ser de otra manera, el Movimiento Scout también ha cambiado.
Aunque esos cambios que acompañan la “evolución” del movimiento, conservan en cierto aspecto, algunas de las falencias que antaño se observaban, y aún se siguen observando.
Me refiero a lo que es esencial y lo que es accesorio en una Promesa Scout. Trataré de explicarlo brevemente.
En aquellos años observaba diversas ceremonias de promesa en distintas Agrupaciones Scouts (hoy Grupos Scouts), donde los Dirigentes (hoy educadores) se esforzaban en dotar a cada nueva ceremonia de aditamentos novedosos que pretendían se convirtieran en “tradicionales” de su sección, aunque duraban lo que ese Dirigente se desempañaba en su función, y ante el cambio o aparición de un nuevo Jefe, también solían aparecer nuevas “tradiciones”.
Esto anterior, obviamente hacía que muchas de las ceremonias fueran muy distintas a otras; lo que podemos decir que no está mal, mientras no se dejara de dotar a esos eventos de lo realmente esencial.
Podría extenderme mucho más en la descripción de algunas de esas ceremonias que participé como miembro o como invitado a las mismas. Pero es más fácil referirse a lo que realmente tiene que ser Esencial en este tipo de ceremonias.
Y lo esencial es simple. Sólo debe estar en la ceremonia aquello que no pueda ser reemplazado para que la promesa suceda:
Quien da su promesa, y quien la recibe. El resto es todo accesorio, familiares, bandera, amigos, lugar especial, etc.
Hoy aún sigue sucediendo y muchos creen que si no están las insignias que se le van a colocar al aspirante, no puede haber promesa. Si no están los familiares del aspirante, no puede haber promesa. Si no está la bandera nacional presente, no puede haber promesa, y así podemos realizar una larga lista de elementos “accesorios”.
La promesa scout es un compromiso de por vida que el niño, joven, o adulto que la realiza; se compromete a cumplir a costa de mantener su honor limpio y sin marcas. Ese aspirante, se convierte en scout fundamentalmente ante sí mismo; se lo manifiesta a través de la Promesa Scout a su Dirigente, quien la recibe y como integrante de la gran hermandad scout mundial, y en representación de esta, recibe al nuevo miembro.
Tooooodo el resto, es accesorio. Las insignias, diplomas, pañuelos scouts, etc. no convierten al aspirante en scout.
Cualquiera puede comprarlas por ahí y utilizarlas en libertad, pero aquel que realice su promesa scout, aunque despojado de vestiduras o distinciones especiales, jamás dejará de ser scout.
Hace más de cincuenta años yo le dije a mi Jefe de Tropa:
Prometo hacer cuanto de mi dependa para: Servir a Dios a la Patria y la Humanidad. Hacer un bien a alguien todos los días. Y Cumplir con el Código de Honor de los Scouts.
Y a partir de ese momento y hasta que me integre al campamento eterno, cumplo con aquella promesa.
Podrá haber cambiado un poco la formulación y los términos, pero la esencia de la Promesa Scout sigue siendo la misma que antaño propusiera B. P.

Tortuga Alegre









