Hemos dado la última inspección a las carpas; parantes, vientos, estacas, cierres, etc… Todo en orden. Esto es importante porque la carpa debe tener un aire acogedor, debe infundir un cierto grado de seguridad.
Yo no sé por qué, pero la carpa es como un imán que atrae y hace sentirse a gusto…
Te invito a hacer una prueba: construye en el fondo de tu casa algo que tan siquiera se parezca a una carpa y verás cómo tus hermanitos más pequeños se pasan el día en ella, incluso con un cierto aire de misterio y hablando en voz baja…
Si sales con los lobatos y llevas una carpa, ¡bueno, es una lucha impedir que se metan en ella!
Es que me imagino la carpa con la calidez de un corazón…
Si te acuerdas, en el Antiguo Testamento, el arca de la alianza, símbolo visible de la presencia de Dios en medio de su pueblo, también estaba colocada en una carpa, por expreso mandato del Señor, para significar que él vivía en el corazón de su pueblo, que participaba de su misma suerte…
Estas consideraciones me traen a la imaginación la figura del scouter: cortés, caballeroso, lleno de amor, o sea, lleno de Dios, que es Amor; un scouter con los vientos, sus principios cristianos, bien firmes, que le dan solidez y seguridad para sí y para los demás.
Porque eso es lo que ha de ser: un lugar, una persona, a la que pueden acudir todos los que están golpeados por las inclemencias del tiempo, del medio ambiente, en el que corren el peligro de sucumbir arrastrados por…
· La soledad del consumo,
· La pornografía,
· La falsedad,
· La mentira…
Personas que quieren ser buenas pero no encuentran en quién confiar; que quieren ser honestas pero que no encuentran un amigo en quien apoyarse; y entre tus scouts habrá muchos de ellos que quizá, no se animen a decírtelo, pero cuyos problemas tu adivinas…
Recuerda que no hay muchacho básicamente malo, sino que toda persona tiene su campo de luz, y cuando se lo encuentra se hacen maravillas con ella.
Más claro: “búscale la vuelta” hasta que puedas entrar en él; entonces serás tú una carpa segura, cálida, acogedora, llena del espíritu de BP, que infundirá confianza, alegría y seguridad en los demás.
Pero es natural; nadie da de lo que no tiene… por eso es necesario que tu vida se llene del único que puede llenarla; Dios y su Palabra, Cristo, que en el Evangelio te da todas las pautas necesarias para hacer de tu vida, como decía Tagore, como una flauta: “recta, sencilla y llena de música”…
El ejemplo lo tienes en Baden Powell, hombre empapado de fe, conocedor profundo del Evangelio y que se esforzó durante toda su vida en vivir la doctrina del Maestro.
Esta vivencia colmó su existencia de paz, alegría, bondad, que son frutos del Espíritu Santo. Y como el amor no puede quedarse encerrado en los estrechos límites de una vida, quiso que todos los muchachos del mundo participarán de su misma felicidad… Encontró en verdaderos hombres, verdaderos cristianos, capaces de construir un mundo nuevo porque se van revistiendo del hombre nuevo que nos dice San Pablo…
La generosidad, virtud típica del scout y del joven, ha de empujarte a que conozcas más profundamente a Cristo y que de una vez por todas te dejes de superficialidades y mediocridades tan en desacuerdo con el espíritu del escultismo de BP
A no ser que quieras hacer tu propio escultismo… pero entonces ya no es el de Baden Powell.
Para terminar; en uno de nuestros viajes en canoa, habíamos armado la carpa, para pasar la noche junto a un lago, con una hermosa vista hacia el espejo del agua. A las dos de la madrugada se levantó un viento huracanado que parecía quererla arrancar de cuajo. Sacamos los parantes y nos quedamos chatitos dentro de ella, pegados al suelo hasta que pasara la tormenta…
A veces en la vida se levantan algunos temporales que amenazan arrasar con todo… no te asustes y no pretendas tener tu carpa levantada, humíllate y acude a la oración y meditación de la Palabra de Dios, donde vas a encontrar la fuerza y la luz… pronto podrás armar nuevamente tu carpa y volver, con nueva sonrisa, a la paz de un hermoso día.
Esta es parte de la experiencia de mi vida; no la olvides, que te ha de ser muy útil.
(del libro “Cristo y el Scout” de Carlos Kunitzki, c.m.f.)
Tortuga Alegre