Es casi imposible entrar en el local. La cercanía del campamento lo ha convertido en un comercio mayorista; cajones, carpas, canoa, muchachos y más muchachos que hablan, gritan, salen, entran…, poseídos de una agitación que tratan de disimular pero que desborda a través de su piel.

Este fin de semana salimos para el campamento… y … ¿qué te parece?, ¿no suena esto a muy natural?

¡Claro que si!, siempre pasa lo mismo cuando se está por comenzar una aventura.

El local scout es así…; atrae, y tanto, que se convierte casi como en la segunda casa del muchacho. Es muy acogedor y por eso viene a ser para él como un refugio.

Tú, debes ser como el local… quizá no te des cuenta o le ignores totalmente…

Tú, para el scout, eres todo un símbolo y tu presencia entre los muchachos reviste más importancia de la que tú crees; por eso es necesario que te preocupes, muy en serio, de revestirte de virtudes que ayuden al chico a ir creciendo en su personalidad.

Esto, lejos de envanecerse y darte un aire de superioridad, más bien debe darte un saludable miedo al comparar tu responsabilidad de formador de tus hermanos, con lo que en realidad es tu vida.

Entonces, creo que estas páginas han de ser muy valiosas para ti; léelas, medítalas, rúmialas, digiérelas…

Ha de ser preocupación tuya procurar la virtud de la mansedumbre; que nunca te vean enojado ni ante ello ni ante los demás, a no ser por rarísima excepción, sino que tu rostro, lenguaje, actitudes… trasluzcan una paz y alegría interiores que deben brotar de tu tranquilidad de conciencia y vida testimoniante. El muchacho es muy influenciable, sobre todo por los más cercanos a él en edad y no debes perder de vista que tu misión en el grupo no es divertir niños sino orientarlos hacia una vida plena de unión con Dios y de crecimiento personal y comunitario en todos los niveles. En otros términos; no olvides que tu misión en el grupo es la de evangelizar a los muchachos.

El Papa Pablo VI nos explica el significado de “evangelizar”:

“Significa llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad. He aquí que hago nuevas todas las cosas. Pero la verdad es que no hay humanidad nueva si no hay en primer lugar hombres nuevos, con la novedad del bautismo y de la vida según el Evangelio”…

Atiende, también, a lo que nos dice el Concilio Vaticano II:

“El deber y el derecho del seglar al apostolado deriva… de su bautismo”…

Para poder realizar este trabajo. “El Espíritu Santo” da a cada uno dones peculiares; es la recepción de estos carismas, incluso de los más sencillos, la que confiere a cada creyente del derecho y el deber de ejercitarlos para el bien de la humanidad”…

Esta sinceridad de vivir de esta manera tu vida scout imprimirá en ella una alegría profunda que no proviene de las cosas externas, que no tienen capacidad de darla, sino de las raíces más profundas de un compromiso que se está llevando con plena conciencia y esfuerzo, a la realidad.

Como ves, amigo, la evangelización no es tarea exclusiva de sacerdotes y religiosos sino de todo el Pueblo de Dios, y por tanto es necesario que tu formación religiosa y, más aún, tu vida de mayor compromiso ocupen un lugar importante en tu vida y sean una preocupación constante.

Quizá no te convenza del todo lo que aquí te propongo… pero entonces te invito a que estudies y profundices el espíritu de Baden Powell, y quizá entonces veas las cosas con mayor claridad.

 

(del libro “Cristo y el Scout” de Carlos Kunitzki, c.m.f.)

 

Tortuga Alegre

 

 

 


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