Pensaba hablarte sobre la reunión scout en la que se van a completar los últimos detalles del campamento; hora de salida, presentación de los equipos, transporte, etcétera.

Como te dije, pensaba hacerlo yo… pero mi Amigo pidió hacerlo por mí, y…

¿cómo se lo iba a negar?

“Yo me llamo Jesús y soy tu amigo. Los observo domingo a domingo en las reuniones y no veía el momento de poder hablar con ustedes…

“Me encanta verlos reunidos, corriendo, gritando, formando círculo para escuchar, porque todo ello es un signo, un sacramento, de lo que mi Padre me recomendó que enseñara con el mayor empeño; el amor, el compañerismo, la amistad…

“Todo el Movimiento de Baden Powell se funda en; ayuda al prójimo, limpieza de pensamientos y acciones, responsabilidad, corrección, etc., o sea, amor a si mismos y a los semejantes, y todo esto como medio o escalón para llegar a Dios.

“El evangelista Juan en su primera carta, en el capítulo 4, afirma: “El que dice: yo amo a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, si no ama a su hermano a quien ve?”…

“Te invito a que leas el capítulo entero que tiene una sustancia extraordinaria. Pero ese amor no se puede lograr sin estar unido a mí; te quiero recordar la comparación que trae el mismo San Juan en el capítulo 15 de su evangelio:

“Si el sarmiento no permanece unido a la vid, no produce fruto. Te recomiendo que lo leas y sobre todo que lo extraigas todo el sentido que puedas”…

“¿saben por qué oré por todos ustedes en la última cena que tuve con mis apóstoles? Recuerdo que dije esto: “Que todos sean uno como tú. Padre, estás en mí y yo en Ti. Sean también uno en nosotros, así el mundo creerá que tú me has enviado”

“Para que haya fe en el mundo debe haber unión en el mundo y B.P. creó el escultismo para que hubiera unión y por tanto para que hubiera más fe en el mundo.

“¡Qué gran misión la de ustedes!; sembrar la unidad en el mundo…; pero recuerden que esto solamente se consigue con un corazón lleno de amor hacia los demás

“El apóstol San Pablo les habla cómo ha de ser ese amor, en la primera carta a los corintios, capítulo 13:

“Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara amor, no sería más que un bronce  que resuena y una campana que toca. Si yo tuviera el don de profecías, conociendo las cosas secretas con toda clase de conocimientos, y tuviera tanta fe como para trasladar los montes, pero me faltara el amor, nada soy. Si reparto todo lo que poseo a los pobres y si entrego hasta mi propio cuerpo para ser quemado, si no tengo amor, de nada me sirve El amor es paciente, servicial y sin envidia. No quiere aparentar ni se hace el importante. No actúa con bajeza, ni busca su propio interés. El amor no se deja llevar por la ira, sino que olvida las ofensas y perdona.

Nunca se alegra de algo injusto y siempre le agrada la verdad. El amor disculpa todo, todo lo cree, todo le espera y todo lo soporta”.

“Ahora te invito a que leas detenidamente la ley scout y me confieses si encuentras o no semejanza entre las dos cosas, y, después dime:

“¿No vale la pena jugarse por un escultismo auténtico que está basado en la Palabra de Dios?”…

Mi amigo calló y no dijo más…

¿Y acaso será necesario añadir algo?... Honestamente creo que todo comentario está de más y sólo resta meditar y poner manos a la obra. 

 

(del libro “Cristo y el Scout” de Carlos Kunitzki, c.m.f.)

 

Tortuga Alegre

 

 

 


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