Es raro, si, que se lo sorprenda con la tradicional Torta de Cumpleaños; sobre todo en campamentos cortos, donde la preparación de un horno ocuparía demasiado tiempo. La solución a este problema es sencilla y bastante conocida, pero siempre es bueno tenerlo en cuenta.

Aquí va una torta de chocolate para esas ocasiones (y si no tenemos un cumpleaños en puerta sería bueno buscar una ocasión para festejar, por ejemplo, podemos instituir el “día del eucalipto”, cuando se nos ocurra ¿no?).

Se remojan en leche, perfumada (no ahogada) con una cucharada de oporto o algún licor que consigamos, 1 kilo de galletitas de chocolate (de esas que también se compran en paquetes). Mientras tanto se mezclan un pote de queso crema para untar con ½ kilo de dulce de leche, agregándole, si tenemos, algunas nueces picadas.

Se forra una asadera con papel manteca y se dispone en ella alternativamente una capa de galletitas y una capa de crema, asi sucesivamente hasta terminar con las galletitas o con la crema. Lo que sobre se lo puede comer el cocinero. Se lo deja endurecer en algún lugar fresco, para lo cual se puede envolver en papel de aluminio y cubrirlo con trapos mojados en agua bien fría, procurando cambiarlos de vez en cuando como si fueran paños para bajar la fiebre.

Luego de unas horas, lo desmoldamos (cosa que nos va a resultar fácil por el papel manteca que pusimos antes) y untamos toda la torta con dulce de leche. La espolvoreamos con chocolate rallado que se va a pegar formando una cubierta (si no tenemos chocolate podemos reemplazarlo con coco rallado).

El adorno a gusto de la Unidad. ¿Una sugerencia? Dos mangrullitos hechos con fósforos sosteniendo un cartel de papel que diga: FELIZ CUMPLEAÑOS.

 

(de la revista Siempre Listos – Abril 1980)

 

 

Tortuga Alegre.

 


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