En alta mar

había un marinero

que la guitarra

gustaba de tocar

y cuando se acordaba

de su patria querida

tomaba la guitarra

y poníase a cantar.

 

En alta mar, en alta mar, en alta mar.

 

En alta mar

el viejo marinero

pintaba el barco

sin mucha voluntad,

y cuando el comandante

se daba media vuelta

tomaba la guitarra

y poníase a cantar.

 

En alta mar, en alta mar, en alta mar.

 

En alta mar

el viejo marinero

cuando cruzaba

un buque que iba hacia otro mar

subía a la cubierta,

se asomaba a la borda,

tomaba la guitarra

y poníase a cantar.

 

En alta mar, en alta mar, en alta mar.

 

Pero una vez

subiendo la escalera

los zapatos mojados

lo hicieron resbalar,

con la guitarra en brazos

cayose el marinero

se le rompió una cuerda –clan-

y no pudo más tocar.

 

En alta mar, en alta mar, en alta mar.

 

 

 

 

 

 


Boletín - Otros Artículos