Los restos orgánicos son los que más se generan en los hogares y, en promedio, constituyen el 50 por ciento de los residuos que se depositan en los vertederos. Los desechos de vegetales y frutas, restos de comida, restos de jardín, etc., se descomponen rápidamente y pueden utilizarse para convertirlo en un abono rico en nutrientes que se denomina compost.

El compost aporta nutrientes al suelo, aumenta la porosidad y la retención del agua, favorece el desarrollo y crecimiento de plantas y plantines.

Es decir, es un abono de bajo costo y de alta calidad que se puede producir en los hogares con grandes beneficios para el suelo.

 

¿Cómo realizar una compostera?


Para poder producir compost se necesita un cajón de madera, preferiblemente con tapa, que tenga orificios. Luego, se puede cubrir el fondo con nylon o comenzar a depositar los restos orgánicos dentro del cajón. Ubicar la compostera en un espacio del jardín o del patio en donde haya sombra para ubicarlo, así no queda expuesto directamente al sol. 

Es importante cubrir cada capa de desechos con pasto seco, hojas o ramas para lograr que se airee correctamente (es decir, que “respire”); y se debe regar lo justo y necesario para que los microorganismos puedan descomponer los materiales. Es aconsejable mezclarlo ocasionalmente.

En un plazo de 6 a 8 semanas se puede revisar el compostaje y verificar su olor y color. Si posee aroma a tierra fresca y color oscuro, significa que el compost ya está listo para agregar a las plantas, huertas o jardín.

 

¿Y lombricompost?

 


Para producir humus se necesitan lombrices californianas, que son más delgadas que las comunes y coloradas, y se pueden conseguir en comercios especializados o viveros. Una vez que se posea una buena cantidad de restos orgánicos colocar un puñado de lombrices en el cajón, y continuar agregando periódicamente.

Se considera que el humus está finalizado cuando la textura es uniforme y la apariencia es similar a la del café molido, y el aroma es el de la tierra fresca.

Estos fueron algunos consejos para producir compost y lombricompost, y así reducir la cantidad de residuos que producimos diariamente en nuestros hogares, con el beneficio de obtener un abono de alta calidad que enriquece el suelo.

 

Para tener en cuenta

 

Podemos también colocar en nuestra compostera , restos de papeles suaves y blancos (papel higiénico o servilletas de papel) en cantidades no muy grandes respecto a los otros residuos orgánicos.

En el caso de lombricompost o lombricompuesto, es preferible evitar el papel, en especial aquellos impresos con tintas de colores, ya que poseen compuestos químicos que podrían afectar a nuestras lombrices californianas.

En Argentina tomamos una infusión que denominamos “mate” y generalmente producimos grandes cantidades de yerba mate residual. Este elemento podemos emplearlo para producir compost o lombricompost, pero teniendo cuidado de no cubrir toda la superficie de nuestra compostera con yerba mate, porque en el caso del compost demorará más su maduración, y en el caso del lombricompost puede afectar a las lombrices que podremos observar se alejan de las capas que tienen exceso de yerba mate (evidentemente las afecta, pudiendo llegar a eliminarlas).

Si no se consiguen lombrices californianas, se pueden utilizar lombrices comunes pero el proceso será más lento, y el producto tendrá olores típicos de la descomposición orgánica.

 

Tortuga Alegre

 

 

 


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